miércoles, 27 de abril de 2011

Rubíes para el caballero



Il Cavaliere Berlusconi se enfrenta este año a cuatro causas que lo obligarán a desprenderse de sus amadas “hijitas” para ingresar al juzgado. El caso Ruby es el más complejo, en él se lo acusa de prostitución de menores y abuso de poder.

Pero este personaje tiene muchos recursos,  seguro sale airoso de la situación. Una de sus posibles soluciones puede ser aunar su dinero y sus prostitutas y usarlos para sobornar a los jueces, invitándolos a sus famosas fiestas sexuales.

Parece ironía pero es muy probable, todo lo es si se habla de la versión italiana de Ricardo Fort, que llena de fotos con caras pixeladas las páginas de las revistas europeas.

De cualquier forma, hay que hablar de algo que ha cambiado, algo más profundo. En 1974 fue un escándalo que Nixon confesara la esencia  de su criterio: que como presidente no podía hacer nada ilegal.  30 años después, Berlusconi lo pone en ley. Así surge la ley Alfano, que establece que los cuatro dirigentes mayores del Estado (el presidente de la República, el primer ministro y los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado) no pueden ser enjuiciados  por ningún delito que no esté relacionado con su cargo mientras permanezcan en el gobierno.

Y eso lo dotaría de poder para hacer lo que quiera sin que nadie se lo cuestione. Así es que se transformó en un veterano semental que dotó de un aire tragicómico la escena política italiana con sus orgías en Villa Certoza, su mansión de Cerdeña.

Il Cavaliere  recibió ese apodo cuando se le otorgó la Orden del mérito al trabajo. Pero ni tan caballero ni tan trabajador.  Las fiestas del bunga bunga requieren de mucho esfuerzo, y para las  dos cosas no hay tiempo ni fuerzas. Es que los años no vienen solos y este semental a tiempo completo no se puede dar el lujo de decepcionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario